Otra cosa que me molestó fue la forma tan déspota en que una señora me hizo a un lado al momento en que llegó la futbolista Maribel Dominguez...era la encargada de una parvada de ninfetas vestidas con uniformes de fútbol...supongo que eran de un colegio particular por la vestimenta que llevaban...y ¡ni siquiera se sabían el nombre de la futbolista!...
La verdad yo no me vuelvo a parar por un evento así, me dejó un muy mal sabor de boca...es más...quería descargar todo mi coraje escribiendo a más no poder...pero pienso que sería darle demasiada importancia...
Al final como me dijeron el editor de Récord, el columnista Antonio Moreno y el experimentado José Luis Lamadrid, el fútbol es negocio y quién sueñe con el romanticismo del deporte está fuera de la jugada...
Les dejo a las edecanes que ví en la Expo...quizás lo único rescatable de una tarde abominable...
Y para acabarla de amolar la entrada costó 120...y todo se vendía...
