Sólo encendí la televisión por inercia. La verdad ni el América ni los "Secos" despiertan en mi persona simpatía alguna. Desde el último partido de los Pumas, el campeonato no tiene la más mínima relevancia. Sin embargo, me gusta el buen fútbol, después de ver la repetición del Milán-Liverpool por la Champions League de calidad aceptable, no se le puede pedir más a nuestra mediocre liga. Tan es así que la afición muestra más interés por la liguilla casera que por la Libertadores (lo que habla de que a mediocre torneo, corresponde mediocre afición).
Así que prendí la televisión mientras me conectaba a Internet para leer algo interesante en Wikipedia (en.wikipedia.org) que, dicho sea de paso, es una idea sensacional para todos aquellos que estamos interesados en conocer algo más de este cáotico universo. El primer tiempo, según escuché, fue de bostezo. Para el segundo ambos equipos más o menos se dedicaron a agredirse unos a otros. Cayó el gol del equipo de la nefasta familia Leaño y, minutos después, José Ramón Fernández gritaba a los cuatro vientos que le habían marcado un penal inexistente a los emplumados amarillos. Al ver la repetición me queda clara una cosa: fue penalty, nos guste o no. Davino, el de la UAG, se mete en el paso del colmilludo Mendoza quien al sentir el más mínimo contacto se avienta un clavado que el mismísimo Fernando Platas envidiaría. ¿Se acuerdan del año pasado cuando Pumas congeló a medio Guadalajara y de repente, cual Mandrake, Glower se inventa una pena máxima obligando a una final cerrada? Ahora no fue el caso. El "Chiquidrácula" Marco Antonio Rodríguez fue justo como justo fue el empate. El sistema mezquino, miedoso y timorato de ambos equipos han hecho esta final tan predecible como las telenovelas del Canal de las Estrellas. Ahora estarán todos los villamelones americanistas gritando a los cuatro vientos que son los mejores del mundo y van a querer igualar la hazaña Puma de ir al Bernabeu a ganarle a los Beckham y su metrosexualidad, a los Ronaldo, Zidane, Owen y compañía (que no la mayoría pues el sub-editor de deportes de Diario Monitor, mi querido Fernando Martínez, "gallina" de toda la vida, tiene una conversación sobre fútbol bastante amena).
Como apuntaba Eduardo Galeano, voy por la vida "mendigando un poquito de buen fútbol". Así que a todos los lectores del uruguayo, a los admiradores de Jorge Valdano o mínimo a los que han escuchado a César Luis Menotti los invito a conversar "inteligentemente" acerca del fútbol. Seguidores del Perro Bermúdez, Raúl Orvañanos, André Marín, Martinolli y Faitelson abstenerse.
José Ramón.
José Ramón Fernández ha ido en picada. Quiere seguirse sosteniendo con su odio al América. Obviamente el tipo no dijo ni pío cuando su patrón Salinas Pliego también le entró al negocio de tener dos equipos: Veracruz y Morelia. Ahora toda su ira la voltea contra Televisa, el América, los Pumas, Hugo Sánchez y todo lo que no esté en su esfera de influencia. Quiénes no nos perdíamos DeporTV, En Caliente y Los Protagonistas ahora te desaprobamos. Deberías aprenderle a Javier Alarcón, sin mucho ruido ha hecho demasiado.
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