lunes, agosto 15, 2005

Ni un libro

Victoria Beckham, esposa del astro del Real Madrid, reconoció no haber leído jamás un libro, "por falta de tiempo"; acepta que le gustan las revistas de moda.
Foto: Archivo / El Economista

La entrevista a un filósofo del fútbol

Muy buena esta entrevista de Quique Wolf a Jorge Valdano, rescatada del sitio de ESPN Deportes

Entrevista con Jorge ValdanoHola y bienvenidos a Perfiles...
Nuestro invitado de hoy es uno de esos "nacidos para triunfar" aún después de su retiro...Hablo de Jorge Valdano.
Sí, aquel inteligente y elegante definidor campeón del mundo con Argentina en el '86...Valdano quien nació el 4 de Octubre de 1955 en Santa Fé, además de jugador, ha sido comentarista, escritor, entrenador, y actualmente añade a su legado y éxito como Director Deportivo del Real Madrid... Jorge ha sabido mantener en sus manos responsabilidad y poder, y de él salen decisiones de mucho peso, y palabras muy sensatas de comunicador; por algo su apodo es el "Filósofo", y la famosa frase de "miedo escénico" que tanto usamos, él la creó...
En los próximos 30 minutos, Jorge Valdano comparte con nosotros su carrera, sus memorias y su forma de pensar...Recien habló con Quique Wolf en Madrid..
Quique:
No es fácil encontrar en el mundo del fútbol una persona que ha pasado por todos los roles que has pasado Jorge y con el éxito que alcanzaste.
Jorge:
Si, lo único que rechazo es lo del éxito, o sea por el éxito y por el fracaso, por las dos cosas.
Quique:
¿Cuándo empezaste y en dónde empezaste?
Jorge:
Yo tenía 10 años y vivía en el centro y… hicimos un equipo que se llamaba "Pavimento", para que quedara claro que éramos del centro y luego otro grupo de chicos que tenían sentido de clase hicieron otro equipo que se llamaba "Tierrita" y ha ocurrido lo contrario de lo que suele ocurrir en el capitalismo, o sea, Tierrita absorbió a Pavimento, así que jugando en Tierrita ganamos 14 trofeos consecutivos y nos convertimos en una sensación en toda la región, no en el pueblo, nos quedó pequeño el pueblo muy pronto.
Quique:
¿Y quien te llevó a Newells?
Jorge:
Un pariente, un tío, una historia rara, yo tenia una confianza en mi mismo casi insensata, pero me fui a probar un día al parque Independencia, pasaban las horas y a mi nadie me llamaba y faltando 20 minutos el entrenador, se llamaba Miralle me dijo:" bueno, entre… faltaban 15 minutos y me fue tan bien en esos 15 minutos, que fui el único de los 200 que se quedó, sin embargo no me animé ir a Rosario a vivir a la pensión y a todo esto que me proponían, fue tan rápido, tan repentino, que no estaba preparado y no solamente que no fui, sino que ni siquiera avisé que no iba, al año próximo volví a probarme y ahí ya con un año de asimilación, me fui a una pensión en Rosario.
Quique:
¿Que edad tenías ahí?.
Jorge:
16.
Quique:
Y bueno y ahí cuando te encontraste con algo más grande.
Jorge:
Empecé jugando en cuarta y alternando en cuarta especial, al año siguiente ya pisé la tercera y estaba a un paso del primer equipo y cuando llegó Grifa sin avisar, me bajó cuatro divisiones de un tirón, pero con 18 años en el último partido del campeonato con el Básculo de la Beitia debuté en primera.
Quique:
¿Estamos hablando de que año Jorge?
Jorge:
'73, aproximadamente, sale campeón Newell's en esa temporada, donde yo jugué 8 partidos, una cosa así, a la temporada siguiente ya aparecía con frecuencia de titular, jugaba Copa Libertadores de América. Salí campeón en Toulón con La selección juvenil que llevaba Menotti.
Quique:
¿Llegamos a la Selección juvenil, primera situación con el flaco Menoti?
Jorge:
La presencia del flaco en mi carrera fue muy importante.
Quique:
A eso iba a llegar.
Jorge:
Si, porque era un hombre que te permitía darte el lujo de cumplir con tu sueño, él te decía, vos soñaste toda la vida para llegar a ser profesional, bueno éste es el momento de cumplir los sueños, cuando yo había recibido el mensaje totalmente contrario… olvídate de los sueños, ésta es la realidad.. pero de repente viene un tipo y te dice, eso es parte de la verdad, pero hay otra parte que tiene que ver con los sueños y que no hay por que esconder y eso para mi fue de un factor motivante extraordinario, me generé un compromiso personal muy, muy grande, con el fútbol y con el personaje.
Quique:
Jorge mientras tanto, mientras vamos llegando ahí. Tu familia. ¿ Cómo seguían tus cosas?
Jorge:
Mi madre, mi padre falleció cuando yo era muy pequeño, mi hermano era una referencia bastante cercana porque él vivía en Rosario y mi madre me acompañó de la mejor manera, o sea sin molestar, sin poner ningún impedimento, tratando de darme siempre su respaldo y aunque no era futbolera pues la verdad que la tuve siempre a mi lado.
Quique:
Bueno y de pronto, después de eso con La Selección Argentina y de muy joven también te vas a España.
Jorge:
Si, pero primero debuto en la mayor también, porque renunciaron todos los de River y todos los de Boca en un partido.
Quique:
¿Y eso cuándo fue?
Jorge:
Fue en un partido en Uruguay poco después de Toulón donde yo había metido el gol consagratorio, ganamos uno a cero en la final a Francia y yo había metido el gol y se hace un partido contra Uruguay, yo estoy en el banco y estaba con Daniel Pasarela comiendo semillas de girasol los dos y nos llama el flaco y yo que había ido a último momento porque habían renunciado jugadores, estaba convencido que lo llamaba a Daniel y Daniel que me empujaba, que me decía que era para mí y bueno pues finalmente fui, entré faltando 25 minutos y metí dos goles, hacia 25 años que Argentina no ganaba en el centenario y ganamos tres a dos y muy poco tiempo después ya llega una oferta del Alavés, yo me había prometido a mí mismo aceptar la primera oferta que llegara de Europa.
Quique:
Asi que ahí pensaste, cuando venga una oferta, me voy.
Jorge:
Me voy, si.
Quique:
Y tenías en cuenta ... conocías el Alavés, sabias....
Jorge:
Nada, absolutamente nada y me hacen un día la oferta a las 8:00 de la tarde con la obligación de contestar al día siguiente a las 8:00 de la mañana y entonces me fui en coche a mi pueblo a avisarle a mi madre que yo me iba.
Quique:
¿Qué te dijo tu madre?
Jorge:
Fue duro, para ella fue muy duro, si. Fue duro, fue inesperado y claro y fue justamente duro, yo hace 27 años que estoy aquí y no he vuelto, o sea que... Y ella seguramente sospechaba que algo así podía ocurrir, en cambio yo no, yo lo vivía como parte de una aventura.
Quique:
Y llegas a Alavés y qué te encontrás?
Jorge:
Una buena etapa a nivel personal porque me maduró muchísimo.
Quique:
El Zaragoza era otra cosa, otra ciudad...
Jorge:
Si primero, que era primera división y yo me sentía más a gusto en ese fútbol.
Quique:
¿Cuántas temporadas en el Zaragoza?
Jorge:
Tuve cinco temporadas.
Quique:
Cinco temporadas.
Jorge:
Y a mitad de camino llega el mundial de España, que bueno, fue posiblemente el momento más triste de mi carrera, porque nunca me he sentido tan bien ni física, ni futbolísticamente, pero tuve una lesión a los 5 minutos, partido frente a Hungría que me dejó fuera del mundial.
Quique:
En esa época soñar con que te tocaba jugar otro mundial era difícil.
Jorge:
Claro ese era el tema que si yo hubiera sabido que nos esperaba el '86 y además de la manera que nos esperaba el '86 pues hubiera estado un poco más tranquilo, pero claro yo pensaba que la vida me había dado una oportunidad y que no la había aprovechado.
Quique:
¿Y ahí se produce lo del Real Madrid?.
Jorge:
Si, el Zaragoza me había vendido al Barcelona y había cobrado cuenta, de manera que el Zaragoza tuvo que devolverle el dinero al Barcelona y yo me vine al Real Madrid.
Quique:
Bueno, llegábamos al Real Madrid y de alguna manera mas allá de que a lo mejor lo dijiste al pasar así, cuando llegaste al Alavés y todo lo duro que era, también te habrías puesto una meta y estaba el Real Madrid muy bueno.
Jorge:
Si, lo tenía muy idealizado yo al Real Madrid, es más cuando llegué al Real Madrid, el primer impacto fue negativo, los vestuarios eran viejos, no había nada de lujo, era todo muy austero, bueno pero tenia que ver con la cultura de esta casa y lo que había eran valores que habían sido transmitidos de generación en generación y que hacían que el equipo finalmente tuviera un espíritu comparativo que era, competitivo que era, incomparable, absolutamente incomparable.
Quique:
¿Cuantos años Jorge en el Real Madrid?
Jorge:
Pues estuve cuatro años de contrato, pero jugando tres, porque el ultimo año fue de hepatitis y no jugué ni un solo partido, así que estuve tres años, fueron dos Ligas, dos Copas de la UEFA, una Copa de la Liga, fueron dos.
Quique:
Era un equipo muy fuerte...
Jorge:
Era un equipo muy fuerte en plena transformación ..Y empieza a aparecer la Quinta del Buitre, y al año siguiente con la Quinta del Buitre ya asentada, ya fuimos campeones de Liga con bastante ventaja y también repetimos campeonato de la UEFA.
Quique:
Y que pensabas de esa selección cuando estabas llegando al campeonato del mundo.
Jorge:
Pensaba que nos iban a matar a todos, eso pensaba. Pero cuando yo llegué a la Selección Argentina pensé que lo único que me invitaba a estar ahí era el sentido del deber, pero que no teníamos muchas posibilidades de progresar, la ultima referencia la teníamos en un partido que habíamos jugado en París contra la Selección francesa, en donde con mucha suerte perdimos sólo dos a cero, pero no tiramos al arco y fue posiblemente el único partido en donde yo vi a Maradona que no tocó la pelota.
Quique:
Pero llegó el Mundial y cambió todo.
Jorge:
Cambió a los cinco minutos, cuando le metimos el primer gol a Corea.
Quique:
Le metiste el primer gol a Corea.
Jorge:
Si, eso es. Si, Eso es.
Quique:
Que bueno hacer un gol, en el comienzo de un Mundial para un delantero.
Jorge:
Totalmente, no, sentí un alivio, porque yo en España no había marcado goles y lo disimulaba bien pero lo necesitaba, luego mete un gol creo que Oscar Ruggeri.
Quique:
Ruggeri de cabeza y el tercero lo haces.
Jorge:
Y el tercero lo hago yo, la empujo yo, después de una muy buena jugada de Diego.
Quique:
¿Y que pasaba con Maradona en ese Mundial ?
Jorge:
Había que impedirle que entrenara, tenia muchas ganas de entrenar y quería entrenar mañana y tarde, Bilardo no lo dejaba, porque decía que la altura desgastaba mucho, o sea que el único conflicto que provocó Maradona en México, es porque quería entrenar un poco más de lo que entrenaba.Y hubo una encuesta donde le iban preguntando a los mejores, a Platini, a Zico, a Diego, quien sería el mejor del Mundial. Platini, dijo algo así como yo vengo del fútbol italiano donde he vivido una temporada estressante y no me pueden pedir más de lo que di. Zico dijo, yo vengo de una lesión y vengo a colaborar con mis compañeros porque Brasil siempre es Brasil, pero se hizo soluble en el grupo; y Diego dijo:" yo vengo a ser el mejor del mundo".
Quique:
En cuanto fue el partido que vos dijiste, bueno esto cambió, esta historia cambió, porque después empata con Italia.........Y después se le gana a Bulgaria .
Jorge:
Si, empatamos con Italia donde manejamos muy bien el partido y esa fue ya una unidad de medida, nos sentimos muy cómodos en la cancha, manejamos el partido, a pesar de empezar perdiendo uno a cero con solvencia, ya éramos incómodos para el adversario y no éramos fáciles de controlar y ahí ya el equipo se empezó a encontrar, luego jugamos contra Bulgaria, le ganamos, empezamos ya octavos con Uruguay.
Quique:
Qué fue duro...
Jorge:
Que fue muy duro, si fue muy duro, de todas maneras fallamos bastantes ocasiones de gol, le anularon un gol a Diego, que todavía no se sabe muy bien por qué y con un resultado muy corto, uno a cero se terminó el partido, pero sufriendo los últimos 15 minutos.
Quique:
Y después vino Inglaterra…
Jorge:
Si, eso es.
Quique:
El día de la obra grande de...
Jorge:
Cuando terminó Uruguay, no se me olvida más, después de cenar lo vi a Bocchini y me dijo: "somos campeones del mundo"; el Bocha dice poco pero cuando lo dice son como martillazos, él pega un hachazo y se cae un árbol. - Somos campeones del mundo...Ah, Bocha, no exageres.- No, no, no, el equipo se encontró, el equipo se encontró, somos campeones del mundo, no nos voltea nadie, me dijo; no se me olvidó eso y después vino Inglaterra seguramente el partido mas complicado de los que jugamos, era como chocar contra una pared, no le encontrábamos la vuelta ó por lo menos yo tengo la sensación de que a ese partido no le encontrábamos la vuelta, de que no había manera de desequilibrarlo y hacia falta un genio para desatascar eso, deshollinador.
Quique:
Además hay algo muy lindo que normalmente lo has contado, cuando Diego hace la jugada del segundo gol, vos le gritabas porque ibas por el medio.
Jorge:
No, yo no le gritaba, yo iba acompañando la jugada por el segundo palo, toda la jugada, exactamente a una distancia de 10 metros y en paralelo, como si fuera el travelling de una cámara de televisión, así iba yo, pero no le gritaba, no le gritaba nada, iba mirando lo que hacia, pero no, lo que si he contado muchas veces, porque digamos que le agrega riqueza al gol más grande de la historia del fútbol, es que cuando llegamos al vestuario, él no había visto el gol en video y estábamos en la ducha y él me dice, pero yo durante toda la jugada lo que quería era darte la pelota a vos que venías en el segundo palo, pero te la quería dar y me tapaban y te la quería dar y me tapaban y yo digo, me viste a mi además, de todo lo que te pasó, me viste a mi y además sabias que era yo, que no era otro, porque uno puede ver una tela ahí celeste, blanca, pero no sabia que era yo y además cuando ves la imagen de su jugada por televisión, es que no hay una forma humana de que él me haya visto, si va con los ojos pegados en el balón y las piernas del contrario y cambiando de velocidad y de ideas, pero también me vio a mi, es una cosa increíble.
Quique:
Bueno y llega la final, la final con Alemania.
Jorge:
Pero primero pasamos por Bélgica, Bélgica significó lo mismo que en ésta conversación, o sea, Bélgica le gana a España y en el momento en que termina el partido, nos reunimos todos en el patio de la concentración a abrazarnos y a gritar campeones porque sabíamos perfectamente que España era un problema y que Bélgica ya había cumplido y que no tenía ninguna posibilidad de ganar, dos a cero, dos golazos de Maradona.
Quique:
La final tiene una historia en el gol que hacés, que es un gol de arco a arco, que es una historia muy particular que alguna vez me contaste, que tenía que ver con el saludo final que le hiciste a Trobbiani.
Jorge:
Yo había fallado un gol hecho contra Bélgica en la última jugada del partido, Diego elimina también a dos rivales y me da la pelota dejándome el arco sólo sin arquero y yo la tire fuera, la tire arriba, muy alto y bueno Trobbiani si que fue un gran apoyo en ese momento porque era mi compañero de habitación, me dio conversación, me ayudo a salir de la jugada y a meterme en el siguiente partido, diciéndome esas cosas que decimos en el fútbol y bueno llegó la final y efectivamente una jugada muy larga, yo salgo desde atrás conduciendo, me voy hacia el medio, me la pellizca un alemán, cae en los pies de Diego, Diego se la da al negro Enrique, me la tira en profundidad y ya es mano a mano con el arquero, hay un muy buen control con la pierna izquierda hasta el punto de que la toco y ya me sirve para ir acompañando la pelota a la misma velocidad hasta el toque final, pero no la tengo que acomodar más, o sea es tocarla y ya es decidir lo que voy a hacer delante del arquero.
Quique:
Ahora yo digo, ahí se pusieron dos a cero, una final del mundo, decís, listo ya está y de pronto se complicó.
Jorge:
Si, se complicó, si; pero yo con dos a cero me sentí campeón y luego cuando nos empataron sentí esa especie de culpa, que me pareció que fue un castigo por haber pensado antes de tiempo que era campeón.
Quique:
Bueno, pero, apareció el tercero y ...
Jorge:
Si, cuando fuimos a sacar del medio después del empate, pues yo hice un comentario de tipo... eramos campeones del mundo y ahora tenemos que empezar todo otra ves y dice Burruchaga, - pero estamos bien, no, ¿vos como estas Diego, no yo estoy bien - ¿y vos?, no, no, si yo estoy bien, pero ahora hay que e empezar otra ves contra los alemanes,y me dice, -no, si estamos bien le ganamos, Burruchaga pero como si estuvieras hablando en una cafetería de un picado que estamos jugando, una tranquilidad increíble, increíble, porque en ese momento se había dado una transformación que vista en perspectiva parece mentira, o sea no sabíamos que le íbamos a ganar a Corea y no teníamos ninguna duda de que le podíamos ganar a Alemania, o sea la transformación que vivió ese grupo en un mes fue casi milagrosa.Después de 10 meses con la hepatitis yo decido dejar el fútbol y al mes número 11 me curo de la hepatitis, pero claro ya había dejado el fútbol, ya había acomodado mi vida a otra cosa, ya tenia prácticamente 33 años y bueno me parecía que ese ciclo se había terminado y un día me voy a Millán, me encuentro casualmente con Bilardo y con Burruchaga, y medio de casualidad Carlos, bueno casualidad no, porque lo que dice Carlos nunca es casualidad, dijo algo así como me falta un Valdano en el equipo, todavía no encontré un Valdano, ¿vos no te animas? y estaba Burru también y Burru me dijo: "dale, animate". Y empecé a entrenar ya con sentido de sacrificio muy, muy grande, primero sólo, ya llega el mundial, falta algo así como un mes y medio, la Selección se va para Europa y yo entre los seleccionados, jugué un partido en Suiza, me lesioné otra vez y le fui a decir a Bilardo que esa lesión ya era muy inoportuna , pero que era una desgracia , no, no quedate y probá, probá que todavía falta un mes y a lo mejor te curás, entonces esa lesión que yo pensaba que me iba a llevar como mínimo tres semanas se curó en 10 días hasta que un día faltaba exactamente una semana para el comienzo del Mundial, Bilardo me llamó a su habitación y me dijo que no me veía, le pregunte tres veces exactamente porqué, no me contestó, me dijo, no te veo, no te veo, pero por qué, en que no me ves. Y no te veo, no te veo, yo sabía que de ahí no lo iba a sacar porque lo conocía mucho, y entonces le dije, bueno pues que tengan suerte, me fui a mi habitación, hice las maletas y me volví a España. Ahora lo que sí es cierto es que estuve nadando seis meses y me dejaron morir en la orilla, eso sí que lo dije en su momento y lo repito ahora.
Quique:
Pero habías pasado por sensaciones totalmente diferentes, habías sido protagonista del campo de juego hasta que pasó todo esto del mundial y te quedaste afuera, pasaste a ser un protagonista de medios de comunicación que estás afuera con otra manera de pensar y de sentir y de pronto… entrenador. Y hacer de entrenador ¿qué era?... era totalmente diferente.
Jorge:
Si, me sentía a gusto, era una manera de dar un mensaje, que al fin y al cabo yo lo había hecho en los medios de comunicación, pero claro ahora las opiniones se convertían en decisiones, por lo tanto tenían otra fuerza, cualquier idea tenía otra fuerza y además que fue una historia muy, muy buena, fue casi un cuento de hadas lo de Tenerife.
Quique:
Porqué además, después, la otra temporada hicieron una gran temporada.
Jorge:
Si, exacto, una gran temporada que nos llevó a jugar la UEFA, estuvimos una rueda entera sin perder un sólo partido y nos jugamos la UEFA en el partido final que era otra vez contra el Real Madrid, digamos que los dos grandes problemas que tuve yo en esa temporada fue los últimos partidos de liga que el calendario quiso que fuera contra el Real Madrid y en las dos ocasiones el Madrid llega a Tenerife a un punto de coronarse campeón, pierde en Tenerife, gana el Barcelona y el campeón es el Barcelona.
Quique:
¿Bueno y eso te sirvió para volver otra vez al Real Madrid pero como entrenador?
Jorge:
También por sentido del deber, llevaba 4 años el Barcelona siendo campeón.
Quique:
Y de pronto te tenés que ir del Real Madrid…
Jorge:
Si, seis meses después de, de...
Quique:
De haber salido campeón…
Jorge:
De haber salido campeón, de haber sacado a Raúl, a Guti, a un montón de jugadores, porque yo había hecho una selección de chicos, de unos veinte chicos de las divisiones inferiores, de los cuales 17 terminaron jugando en primera división.
Quique:
Y ahora que sos el director deportivo del Madrid, cuando hiciste las charlas con Florentino Pérez, cuando después llegaste y tuviste que asumir el puesto, ¿era lo que vos pensabas ó era mucho más?
Jorge:
No, no, era mucho más grande en tamaño y además la situación del club era muy complicada, pero bueno nos propusimos cambiar las cosas poco a poco, enmarcando prioridades y yo concentré toda mi energía en hacer un equipo que cambiara lo deportivo.
Quique:
Fíjate vos Jorge de la Tierrita y el Pavimento a lo que se llegó.
Jorge:
De Tierrita al "equipo galáctico", como le dicen.
Quique:
De Tierrita, al "equipo galáctico", al equipo del siglo y bueno te encontramos en ésta situación de la vida y no sabemos que va a seguir.
Jorge:
Si, nunca se sabe, pero yo creo que lo que menos que me han valorado a mí a lo largo de mi vida ha sido la voluntad y es lo único que merece la pena imitarse, vamos, o sea yo soy un corredor de fondo, esa es la mejor, no soy nada especial, soy bastante normal, pero tengo mucha voluntad, mucha curiosidad y mucha voluntad y eso es posible que me haya beneficiado mucho.
Quique:
Yo creo que sos un jugador de fútbol en esencia, muy inteligente, que además le ha abierto el camino a muchos jugadores de fútbol, sobre cosas muy importantes que has hecho en la vida.
Jorge:
Esa es una particularidad de los jugadores de fútbol, que morimos siendo jugadores de fútbol.
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