martes, noviembre 01, 2005

Adiós a una época...


Gracias Hugo por todos esos momentos de gloria que nos diste...por ese Bicampeonato que nunca vamos a olvidar...por ese viaje a Madrid tocando el cielo y demostrando que somos el mejor equipo del mundo...no soy de esos que al final del partido de las Gallinas te lanzaron objetos pidiendo tu salida del equipo, esos que a finales del año pasado se postraban delante tuyo, esos villamelones que se dejaron llevar como borregada por los medios de comunicación, en especial Jose Ramón Fernández y su grupo, El Universal, Ovaciones y otra prensa que ya pedía a gritos tu destitución...no saben estos ciegos que el equipo desde sus raíces está mal, que te trajeron a refuerzos que nunca pediste, que cobran mucho dinero mientras que los jugadores mexicanos del equipo siguen a pan y agua...que las fracturas vinieron desde la directiva mercenaria encabezada por Arturo Elías Ayub quien al ganar el Bicampeonato debió haberse dedicado más a Teléfonos de México y no al mando de una institución sagrada como es Pumas...hicieron un negociazo con la venta del Kikín y del Jimmy Lozano sin importarles que la Cantera hace mucho que dejó de producir, que no había gente de calidad para tapar esas salidas...lógicamente también tuviste errores como tus enfrentamientos estériles con LaVolpe que te distraían del grupo...

Pero así es la vida, en un momento, hace un año, se disfrutaban las mieles del triunfo y un año después se carga con el trago amargo de la derrota de los malos resultados...quizás como dicen los militares: en el punto culminante de la victoria es cuando más alerta debe estarse porque se corre el riesgo de confiarse y los enemigos aprovechan ese exceso de confianza para comenzar a tramar una posible conjura en contra del ganador...en este caso el enemigo venía desde adentro...se veía en cada partido...muchos jugadores ya sólo trotaban en el campo de juego: Marioni, Ailton, etcétera; con una actitud así un equipo nunca puede aspirar a gran cosa por muchos elementos buenos que se tengan...

¿Qué sigue en Pumas?

Por muy doloroso que pueda parecer no se soluciona nada con la salida de Hugo Sánchez, el equipo no tiene pies ni cabeza, no hay un líder que se faje los pantalones y se eche el cuadro al hombro en momentos de premura, algunos elementos ya no quieren estar ahí...eso se puede palpar, se puede ver, se puede olfatear a una milla de distancia...la cantera está pasando por la crisis más terrible de su historia, no existen elementos de la talla de un Negrete, de un Luis Flores, de un García Aspe que en los momentos difíciles lograban sacar la casta y el equipo mal que bien ahí la llevaba, perdiendo quizás partidos importantes pero haciendo lo suficiente para no quedar abajo de media tabla...ahora no veo sinceramente quién tenga las agallas para sacar adelante este barco...el grupo está partido, son fantasmas que deambulan en la cancha sin ton ni son...ahora un amigo me decía que esto apenas es el inicio de una pesadilla que se prolongara por mucho tiempo, no sé sabe cuánto...quizás el necesario para que cuando el equipo esté agonizando rumbo a la primera A se enciendan las alarmas y entonces sí, a desembolsar la chequera en búsqueda de soluciones rápidas...si es un momento para sacar adelante la chequera, motivar la cantera y limar asperezas es ahora, no cuando ya sea demasiado tarde...una vez más fue más fácil despedir a uno que a 22...


Del llanto de Padilla a la indiferencia de Elías Ayub

Las emociones fueron distintas durante la conferencia en la que se anunció la salida de Hugo Sánchez de la dirección técnica de Pumas. El pentapichichi parecía estar de luto

Jorge Guzmán Torres
El Universal online
Ciudad de México
Martes 1 de noviembre de 2005
14:22

Los rostros lo decían todo. Hugo Sánchez, con traje negro, camisa gris y corbata del mismo tono, parecía estar de luto. Aarón Padilla, con los ojos temblorosos y la voz quebradiza. Arturo Elías Ayub, notoriamente indiferente.
Así encararon los tres la conferencia de prensa en la que se anunció el final de una época que resultó dorada para los Pumas, pero que terminó en tragedia deportiva.
La palabra la tomó Elías Ayub, presidente del patronato del Club Universidad. Leyó un comunicado en el que dijo que la decisión se tomó de común acuerdo y elogió el paso del ex jugador, símbolo del equipo. Lo hizo sin reflejar pesar, como se lee un comunicado corporativo, muy en su papel.
Después habló Hugo. Serio, muy serio, sin recurrir a sus clásicas inflexiones en la voz, controlando sus emociones, fuerte, seguro de lo que decía.
Destacó sus resultados, los dos torneos que ganó con el equipo, la proyección internacional que consiguió para unos Pumas, que, aunque él no lo dijo, antes sólo eran conocidos en el mundo por haber sido la cuna de un futbolista excepcional que ganó cinco títulos de goleo en España.
Dijo además que no era un adiós definitivo. Y no admitió preguntas, quizá porque anticipaba que serían dolorosas, como lo fue la despedida triste que le dio la afición tras la derrota ante el América el domingo pasado.
Y terminó la conferencia. Elías Ayub, sin dejar de lado la satisfacción en el rostro, dejó de inmediato las instalaciones de Pumas en La Cantera. Aarón Padilla no se pudo contener más y dejó fluir el llanto, sin siquiera poder articular palabras, aunque parecía que algo quería decirle a Hugo y a los que escuchaban.
Los dos se encerraron en las instalaciones de La Cantera. Y siguen ahí...