jueves, mayo 31, 2007

El "Caja Fuerte"

Pues heme aquí que hace rato venía en la micro -comprenderán que mi coche no circulaba hoy-, sufriendo a todo lo que daba con el finísimo gusto musical del chofer: reggaeton, Valentín Elizalde, los LLayras y todo el repertorio que a la sazón repiten hasta la náusea estaciones como La Rancherita del Cuadrante, la Sabrosa, la Poderosa y otros nombres oligofrénicos con que se llena la frecuencia radial de hoy en día...no sé, estos weyes debería poner otro tipo de música, uno no pide algo exquisito, no sé, quizás la Chakira, la Bricni, el Kenny Yi, pero ni eso...
Huelga decir que los modales del chofer eran similares a su ropa y a sus gustos musicales: pa´l nabo...un chaval de unos 19 años, cortado a rape, con una gorra pirata de los Sox (debería haber sido sucks) de Chicago, camisa blanca y lo demás ya no lo noté porque venía hasta atrás (borracho no, en los asientos de atrás)...es decir, ¿así o más naco?...bueno, pensando en la naquez y que en estos días estaremos hablando mucho del mundo futbolero me vino a la memoria una chingadera que sucedió hace un madral de tiempo (bueno, para ser exactos en enero de 1991)...eran los tiempos en que el Rey Carlos I (Salinas de Gortari) mandaba a placer, había el mismo número de desempleados que hoy, pero el peloncito era más chingón que el monigote que hoy ocupa la presidencia, por lo que nos doraba sabroso la píldora (nos hacía pendejos pues) clamando a los 4 vientos que estábamos por entrar al Primer Mundo...por si fuera poco el presidente Bush (el padre, igual de kulei que el hijo) se preparaba para la Guerra con Irak (sí jovenazos, ya había habido una guerra en aquella parte del mundo) y la Unión Soviética había terminado por hacerse pedazos...del bloque socialista nada más quedaban pedacitos del Muro de Berlín...pero déjemonos de chingaderas, al grano...una vieja me había mandado a volar y coqueteaba con un wey americanista (pfff)...justo una semana después de haberme arrancado el corazón y haberlo puesto en una licuadora dejándolo echo cagada, se enfrentaron los gloriosos Pumas de la UNAM contra las Gallinas del América...sólo recuerdo que me dirigí al Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria todavía con el dolorón en el pecho...y quería que los felinos depedazaran, hicieran shit a los pollitos...y como si Dios me hubiera escuchado ese día le zumbamos a los de Coapa...creo que García Aspe metió 3 y para cerrar el partido un jugador llamado Torres Servín agarrón el balón, le pegó desde media cancha y la esférica cual bello arcoiris se fue a incrustar en las redes del América: ¡5-2! ¡Tómala barbón!

Bueno, la anécdota no viene de ese partido ni de la morra que me dejó, nope...viene del regreso a casa después del partido...muchos aficionados nos dirigimos al metro Copilco para irnos después hasta el norte del Defectuoso...tan vergonzosa había sido la derrota para las gallinas amarillas que muchos abandonaron el estadio antes del silbatazo final...así que en los vagones iban atestados de aficionados pumas...antes no había forma de identificar a los jugadores de cada equipo...no había copias chinas de uniformes de fútbol...conseguir una camiseta del equipo de tus amores era más difícil que agarrarle las nalgas a Alejandra Guzmán (que en esos momentos estaba de moda y cantaba tan feo como hasta la fecha), así que identificar quién le iba a quién, pues estaba muy cabrón...íbamos al estadio con cualquier pinche playerita, la primera que encontraras...justo en la estación Coyoacán el metro hizo un alto que se extendió por más de 15 minutos (que los que viven en esta ciudad sabrán que es un madral de tiempo en horas-metro)...en eso salió un wey al que he nombrado para la posteridad el "Caja Fuerte", es decir, aquél que no le encuentras la combinación por ningún lado...su vestimenta consistía de:

  • Unos tenis All-Star rojos, con calcetines negros

  • Pantalón verde de vestir

  • Camisa de vestir pero con los cuatro primeros botones abiertos

  • Corte de pelo muy a la onda del Memo, de la telenovela Quinceañera, muy común a finales de los 80 y principios de los 90 (sí no se hagan weyes, y para aquellos que no la vieron la están repitiendo actualmente -me han contado-)

  • Flaco, flaco el wey, parecía un jodido spaguetti
En fin...nuestro personaje se salió del vagón, caminó a la salida y de repente muy ufano saca su bandera del América...orgulloso todo él, seguro de sí mismo, casi casi Juan Camaney: frente alta, nariz levantada, espalda recta...comiéndose al mundo y enseñándole que su bandera tiene un valor superior...y en eso le llega un grito de uno de los vagones que como bofetada lo devuelve a su realidad:

"¡¡¡¡...Mejor cómprate un jabón, pinche mugroso...!!!!"

La escena fue a la vez simpática y grotesca, cagada y patética...sólo alcancé a ver su sonrisa nerviosa, más de la pena que seguramente porque el comentario le haya hecho gracia...pobre wey, mejor aceleró la marcha y se perdió en las escaleras...aún recuerdo esa escena y me da risa, ¡ah raza tan canija, pobre bato!...será porque todos los días veo un "Caja Fuerte" que se esmera en vestir zapato negro de charol, calcetas, pantalón bombacho verde camuflaje y una camisa estilo Chanoc...

Moraleja...?

Cuando vayas a comprar trapos, que no te asesoren los vendedores del Milano...
PD. ¿Existe todavía Milano? (duda existencial)

PD. 2 ¿Ton´s qué mamacita, vamos a llorar la derrota con un arrimón del camarón, chiaaale? (Repítase esta frase con un acento tipo Cuauhtémoc Blanco -naco- y ante una morrilla -naca- de estas características)