jueves, julio 12, 2007

Carta futbolística

Carta a Ramón Raya, columnista de Mediotiempo.com

Estimado Ramón:

Leo constantemente tu columna en mediotiempo.com y me da gusto que tiques temas interesantes. Nunca comprendí por qué saliste de Pumas cuando el equipo apenas si llenaba el Palomar y todavía recuerdo que en una de las temporadas más mediocres del equipo le metiste un gol al Atlante. En fin.

Ahora he visto tu columna y siento que eres uno de los pocos que le ha dado al clavo. Por ejemplo, siento que parte de la prensa es dura (Alejandro Gómez en Récord, la nota del diario Milenio de hoy) con la Selección. Para mí ni somos tan malos como aquellas selecciones que hicieron un papelón (Mundial 78 en Argentina, en Haití en 1973 o el "Hondurazo" del 81) ni tan buenos como aquella que ganó la Confederaciones del 99.

Vamos por partes. Nuestro fútbol era semiprofesional hasta más o menos la década de los 60. Es por eso que clubes como el Guadalajara ganaron muchos campeonatos ya que en ese caos que fue (y es) la Federación Mexicana de Fútbol los polos de desarrollo futbolístico se limitaban al DF, a Guadalajara, al Bajío, Veracruz y, si acaso, a Toluca. La mayor parte del país era beisbolera. No puedo imaginarme si el fanatismo que empuja a los equipos regiomontanos se hubiera dado en los 60 quizás el fútbol se hubiera desarrollado mejor, pero el hubiera no existe.

Muchos podrán argumentar que Holanda despertó más tarde que nosotros, pero hablando con franqueza, los naranjas no han ganado un Mundial pese a demostrar "jogo bonito". Me atrevo a decir que el fútbol ya competitivo comienza a darse en México en los 70 con la llegada de los Reinoso, Miguel Marín, etcétera. Fueron estos extranjeros junto con la escuela de Don Nacho Trelles los que empiezan a poner orden en un fútbol donde las decisiones de los hombres de pantalón largo desataban el caos. Me acuerdo que en una de las anécdotas del fallecido Ángel Fernández mencionaba que el Gral. Núñez, dueño del Atlante y presidente de la Federación, llegó a una reunión de la misma y sacando su pistola y colocándola sobre la mesa dijo: "¿A ver, quién tiene algo en contra de mi Atlante?"

Seamos francos, a partir de los 70 es donde comienza una verdadera profesionalización del fútbol. A la misma Argentina con un largo historial futbolístico y semillero de futbolistas de la talla de Sibori, DiStefano y otros le costó trabajo ganar un Mundial, dicho sea de paso, con la ayudadita de la dictadura de Videla que bajó al vestidor de los peruanos en pleno mundial a darles billetes para dejarse ganar por los argentinos. Vuelvo a mencionar a Holanda. ¿No es frustrante para los holandeses practicar un fútbol tan dinámico y no tener en sus vitrinas más que una Eurocopa? Como breviario cultural mencionaré otra anécdota: una amiga que vivió en Holanda me comentó que, pese a ser una nación de Primer Mundo, al día siguiente de su eliminación en la Eurocopa de la que ellos mismos fueron anfitriones en el 2000, las calles de Amsterdam estaban desiertas como si hubiese sido un funeral. Prueba tangible de que allá también se cuecen habas. Sí, el fútbol mexicano comienza su crecimiento en los 70. La preparación física comienza a jugar un rol importante así como la técnica individual.

¿A qué quiero llegar con toda esta letanía? A pedir a los medios de comunicación que pongan a la selección en el lugar que le corresponde. Son los mismos medios (y no hablo sólo de la televisión) los que sobredimensionan (no sé si exista esa palabra en el diccionario) los triunfos y los fracasos de la Selección. Cuando se gana somos casi casi los campeones, cuando se pierde ponen primera planas groseramente depresivas. Póngamos a los gringos de ejemplo: ellos cuando pierden, saben que tienen que mejorar y mejorar y mejorar, a veces esos procesos duran décadas. Pero como están en juego varios millones en patrocinios y derechos de TV hay que exigir que se gane y se gane a cómo dé lugar. Y ante ese bombardeo de información el aficionado termina por desilusionarse con cada derrota. Vamos, ¿qué hubiera pasado si Brásil vive lamentándose del Maracanazo? No, inmediatamente se pusieron a trabajar y le dieron más oportunidad a jugadores de raza negra y de ahí surgió un Pelé. Aquí en México puede pasar lo mismo. Si el norte era predominantemente beisbolero hasta la década de los 60, poco a poco el fútbol ha logrado colarse entre las preferencias de la gente joven y de ahí surgen los Ramón Ramírez, Omar Bravo y un largo etcétera. En pocas palabras, falta aún mucho pero el camino está sembrado. Lo vemos con los chavos de la Sub 20, con las importaciones de jugadores jóvenes.
Otra cuestión que le ha "partido la madre", en mi opinión al fúbtol, es el aburguesamiento. Hasta hace dos décadas el Ámérica cobraba en su escuela de fútbol. En un país donde la pobreza siempre ha sido la norma es inconcebible que esto pueda seguir pasando, yo espero que no. Si en Argentina y Brásil el fútbol es un medio de ascención social, ¿por qué no habría de serlo en México? Ningún club que se digne ser respetado puede cobrar en sus fuerzas básicas, antes al contrario, debe fomentar las fuerzas básicas. Sólo de esta forma podremos seguir en ese camino de ser un semillero de futbolistas y, como dice Hugo Sánchez, que 300 se encuentren jugando en ligas internacionales. Nuestro fútbol debe de convertirse en exportador y no en importador. Me ha tocado ver jugadores más habilidosos que el Chelito Delgado en ligas amateurs pero que ni siquiera fueron vistos en clubes sólo por el estúpido "amiguismo y compadrazgo" que priva en los clubes de fútbol. Ya basta de recomendados en el fútbol.

Colofón.

Como aficionado ser paciente, ni rasgarse las vestiduras con cada derrota ni echar las campanas al vuelo con cada victoria. Ser crítico y apoyar en las buenas y en las malas, no dejarse llevar por el bombardeo de medios y ser mesurado (muchos de los que hemos visto el fútbol por décadas sabemos de esto). Si Grecia practicando un fútbol más "italianizado" que Italia, ¿por qué México en una de esas no podría ganar un título? En particular creo que la generación de los Oswaldo, Bravo, Bofo, Medina, Salcido, Pável, Osorio, Cuauhtémoc, Borgetti terminaron su ciclo. Ahora hay que darle carta abierta a los Giovani, Nery Castillo, Memo Ochoa, Carlos Vela. Con ellos quizás no seamos los campeones del mundo, pero si darán muchas alegrías a los aficionados.

Un saludo