martes, julio 11, 2006

¿Tolerancia o Intolerancia?

Después de las elecciones uno se queda cuestionándose qué tan tolerante debe ser a la hora de discutir en materia de política. Que sí AMLO, que sí Calderón que si el Yunque, que si el comunismo, que si etcétera. Y es que respecto de la tolerancia todavía en México tenemos mucho que aprender. Nada más hay que alejarse un poco del centro del país para que medio mundo te vea "facha de chilango" e inmediatamente te tiren mala vibra.
Hago esta reflexión porque hace días platicaba con una amiga gringa que vive en la Colonia Condesa y que me decía que el día que se celebró el México-Argentina en el Mundial hubo madrazos, peleas e insultos entre comensales mexicanos y, of course, dueños de restaurantes argentinos y uruguayos. De unos años a la fecha la Condesa se ha convertido en una especie de barrio cosmopolita en que lo mismo te puedes encontrar edecanes checas, bailarinas brasileñas, un montón de argentinos y uruguayos, prostitutas rusas y teiboleras venezolanas y cubanas. Parecería que ahí México no existe y más bien estaríamos hablando de un suburbio de cualquier ciudad europea. La razón por la que creo todos los extranjeros que ignoro o no tengan papeles se van ahí es porque la colonia es pacífica hasta cierto punto; la policía se hace como que no ve y de alguno u otro modo la Delegación Cuauhtémoc ha salido beneficiada económicamente por los cientos de bares, restaurantes y antros que se han abierto en la zona. Así que inmigración ni remotamente mete sus narices ahí porque se acabarían muchos negocios y por consiguiente ciertos funcionarios perderían un montón de lana, aparte de que la fresada chilanga ya no tendría otro punto de encuentro para mostrarle a la provincia que en el DF hay "mucho mundo".
Bueno, mi amiga gringa me dijo que había habido peleas entre argentinos y mexicanos al termino del juego en que los pamperos le dieron en la torre a nuestros aguerridos ratones verdes. De esto casi no se supo en los medios. Es más, la citada gabacha que está aquí por intercambio entre la Universidad de Texas A&M y la de La Salle (uff) me lo pasó a manera de chisme.
Las peleas en sí no son el tema de este blog. El tema central aquí va mucho más allá. Es obvio que después de una crisis que tuvieron nuestros amigos sudamericanos en el 2000 muchos se vinieron acá (principalmente uruguayos, argentinos y brasileños) resaltando en gran forma los segundos. Un amigo me comentó que en la Del Valle llegó a contar hasta 17 argentinos en un departamento para dos personas. Por supuesto, no es grato abandonar tu país para buscar refugio en otro que ni conoces y menos en esas condiciones. El chiste es que mientras miles de nuestros paisanos son maltratados por la migra yanki en la frontera aquí les abrimos la puerta a todos estos extranjeros y no pasa nada. Y lo que son las cosas: ¡consiguen buenos empleos! Alguna vez en una exposición una chica edecán me decía que desde que se vino una oleada de argentinas la chamba le había bajado considerablemente a tal grado de dedicarse a vender plata. Me llegan rumores de que en TV Azteca y Televisa hay productores con sueldazos de distintas nacionalidades, pero primordialmente cubanos de Miami y argentinos. Hace unos dos años Grupo Editorial Expansión alardeaba a los cuatro vientos que su nueva "no sé que madres editorial" era una pampera y lo mismo sucede con la edición mexicana de la revista Playboy.
¿No es extraño que mientras miles de mexicanos luchamos día con día por conseguir trabajos con buena paga y nos chinguemos el lomo, y estudiemos inglés y sigamos preparándonos, de repente mucha gente se haga de la vista gorda y permita que extranjeros vengan y se queden con puestos de trabajo que le pertenecen por el simple hecho de vivir en este país a extranjeros?
Muchos dirán: "no, es que la globalización, que la poca preparación del mexicano". ¡Mis huevos! Aquí en México hay gente tan preparada o más que la que llega. Aún más, cómo es posible que estos extranjeros de la noche a la mañana ya tengan carros de lujo, restaurantes con papeles en regla y un largo etcétera y muchos mexicanos no. A mi se me hace que en el fondo el malinchismo es un mal que sigue imperando en la sociedad mexicana y más en la capital. Si eres werito o werita, pues pasas, si eres un naco de piel cobriza, sáquese a bañar...!
El fenómeno, hasta donde sé, sólo se ha dado en la capital. En estados como Baja California Sur y Sonora viven ya muchos gringos, pero ya la mayoría son jubilados y vienen a dejar aquí los dólares que les deja su pensión. Pero en el D.F. es más fácil "hacerse ojo de hormiga" que en la provincia porque somos millones de personas. Y obviamente muchos estamos fascinados con lo jaladoras que son las brasileñas. No puedo opinar lo mismo de las argentinas porque no he tratado con ninguna hasta ahora. Tuve una amiga uruguaya, buena onda hasta eso, pero era lesbi.
¿Qué pasaría si estos mismos argentinos se fueran por ejemplo a ciudades poco pobladas en el norte del país? No me imagino que pudiera pasar.
Pongamos un escenario. Una mina de muy buen ver se aburre en Parral, Chihuahua. Y decide pararse en una disco. Hay música de los Tigres del Norte, Grupera y etcétera. Y miren que las argentinas son guapas. Un bato de repente de esos bragaos la invita a bailar. La chica en cuestión, y más si es de Buenos Aires, lo mira con desprecio y hasta le puede decir "quítate vos, sos un indio". Les apuesto que el bato iba a quedarse con una mala impresión y más si es de esos cheros con harta lana, una troca del año y muy bien vestido. Le diría: "chinga tu madre puta extranjera" He oído que muchas chicas argentinas en los antros del DF miran con un desprecio a la banda como si fueran las diosas, como si ellas fueran las conquistadoras que venden espejitos a cambio del oro chilango-azteca.
Repito, no tengo nada en contra de todos estos extranjeros, de hecho es interesante intercambiar opiniones con ellos, pero sí deben (y eso es un consejo ches que llegaran a leerme) adaptarse a la idiosincracia del país. México es una nación que por años ha abierto las puertas a refugiados. En la Guerra Civil Española cobijó a un gran número de ellos. Muchos de ellos aportaron mucho a la sociedad mexicana. Inclusive los Centros Asturiano, Vasco, Gallego y demás son un símbolo dentro de la capital de lo que fueron esos lazos entre México y España. Un compa que tengo que es más mexicano que el mole es hijo de refugiados valencianos y es un cuate que es a toda madre. Por eso, insisto en que si toda esta oleada de extranjeros que vive en la Condesa se adapta y convive y se mezcla llevaremos la fiesta en paz.
Por cierto, he escuchado que medio Tepito ya es propiedad de los coreanos y los chinos.A este paso en la Capital ya no hablaremos el chilangoñol, sino una mezcla rara de dialectos bonaerenses, cariocas, de Europa del Este y Asia Oriental.
A todo esto...
Lo que son las cosas...si uno quiere emigrar a Canadá digamos, el gobierno canadiense pone una y mil trabas para vivir, trabajar y/o estudiar allá...Estados Unidos ni se diga...ya hasta ponen muro como si fuera el de Berlín...mientras a nuestros paisanos los mata la migra, los ejecutivos de las empresas picudas llaman a los servicios de Escorts Argentinas y Brasileñas...
No se trata de intolerancia...
Por mi pueden venir extranjeros...lo que sí no es tolerable es que de antemano las empresas repudien el talento mexicano de antemano antes que el extranjero...


Así que la pregunta va encaminada a lo siguiente: ¿podemos y tendremos la capacidad de ser tolerantes?, ¿hasta qué punto?, ¿qué pasaría si yo me fuera a vivir a Sudamérica?, ¿se me trataría igual?, ¿tendría oportunidad de prosperar?

Ahí lo dejo a su consideración...