Después de ver el escaso éxito por promover la lectura, volcaré mis opiniones sobre cierto fenómeno de masas que ocurrió este fin de semana en nuestro amado país. Mientras algunos veíamos si México ganaba algún Óscar y nos fuímos como en cualquier Mundial de Fútbol, con casi nada que llevar a casa, otros se engolosinaban con un churrote llamado "La Fea más Bella" producido (es un decir) por Televisa. En este caso, le llamaría a este bodrio como lo leí en otro sitio de Internet: La Fea más Gacha.
De entrada, esta historia fue un exitazo en Colombia con el nombre de "Yo soy Betty la Fea" con la participación de la muy apetecible Ana María Orozco. La historia, si mal no recuerdo, era de una joven nada agraciada que tras haberse partido la madre estudiando Maestrías, Licenciaturas y cuanta madre, se da cuenta que el dominio del conocimiento no lo es todo en esta vida y que la Tiranía de la Imagen es la que reina a la hora de conseguir ya no un puesto alto en alguna empresa, sino cuando menos un trabajo digno. En efecto, la desilusión de esta muchacha más cercana a la clase proletaria (su padre es un burócrata gruñón, chapado a la antigua y muy estricto) que a la pequeña burguesía por el desprecio que siente por ella la "gente bonita" por su aspecto físico, la llevan a triunfar por encima de todo (como una especia de underdog femenino, una verdadera Rocky Balboa versión mujer).
Para no hacer el cuento largo, pues en este mismo blog ya he fijado mi postura concerniente a las telenovelas, Betty a lo largo de la historia sufre (como Demóstenes en Don Gato), sufre y sufre...amalgamado todo esto con un humor cuasi pueril, situaciones chuscas estilo vaudeville y, lo más importante, la lucha por el poder que se da en las empresas de medianas a grandes, donde por lo general, la gente con mejor imagen (y, anclados en ello) con mayor seguridad, manejan los hilos de esas organizaciones...bastaba ver el papel de la rubia súper nalgona, delgada, con cuerpo de modelo, verdadera trepadora y caza-fortunas, hacer lo que se le pegaba la gana y el resto del personal con un terror visceral a ser despedidos a la menor provocación...no sólo eso...la dinámica empresarial era abordada, superficialmente quizás pero abordada, con buenos gags; ver al inútil director de recursos (in) humanos establecer su "estado dentro del estado" siendo un verdadero Smithers y lamiendo las botas de sus superiores...el servilismo tan común en una compañía y la denigración a la que tiene que ser sometida la gente en aras de tener un empleo para más o menos tener ciertos satisfactores...la serie se convirtió en un éxito en América Latina y hasta Salmita Hayek le entró al business haciendo la versión para Estados Unidos...
Aquí en México, copiones que son, decidieron hacer su versión y pues Emilito Azcárraga Jean debe estar relamiéndose los bigotes al ver sus arcas llenas de dinero sin que su "gente creativa" haya movido un ápice pues, repito, la historia de Letty la Gacha fue un fúsil como muchas otras...
¿Por qué tuvo éxito un bodrio cuya historia original fue despedazada en lo absoluto? Pienso que mucho tuvo que ver la inclusión de la versátil, lonjudita y simpática Angélica Vale. Muchas mujeres de este país se sintieron identificadas con un personaje que ni por asomo triunfaría en el voraz mundo de la empresa...además, claro de poner "carne para los perros" como ese chorizo mal amarrado llamado Paty Navidad y la no menos put-me-attention-I-am-a-whore Niurka...fue más chabacana y cursi que la versión original y una forma de llevar historias del cine de Tin Tan, Cantinflas, Clavillazo y Resortes en formato telenovela...resultaba lamentable ver a la gordita Vale, metida como embutido en un traje estilo María Félix, representando a una diva...
En sí, no es malo enseñar que la superación puede lograrse a base de garra y lucha, pero no de ese modo...resultaría más plausible para todas esas gorditas y/o feas mandarles un mensaje de que su "Príncipe Azul" no va a llegar del cielo sino que a base de preparación, mentalidad y esfuerzo pueden llegarse a metas insospechadas...las feas y gorditas (y feos, gordos, prietos y chaparros) tienen pocas posibilidades de pasar las fronteras tan marcadas entre las clases de la sociedad mexicana...una sociedad tan clasista y racista no perdona el color de piel, las formas de expresión, el modo de vestir y los comportamientos de los feos/nacos/prietos...por ello, ¿no hubiera sido mejor que una fea aprendiera idiomas, fuera ilustrada, tuviera cultura y aplastara con el poder del conocimiento a sus rivales?...quizás una vez llegando a una posición clave, pudiera entonces si proyectar en su exterior todo ese impetú que tenía en el interior para lograr sus metas en la vida...después de todo "la suerte de la fea, a la bonita le vale madres", esta fea pudo ganarse el corazón de las masas, pero lo nausebundo del asunto es que fue por el lado del sentimentalismo barato y no del raciocinio...lo único que se verá de ahora en adelante son un montón de Lettys primero sintiéndose orgullosas de ser feas pero al poco tiempo deprimidas porque la realidad les pegara como hielo en los tanates...